viernes, 21 de abril de 2017

Exhibicionismo por primera vez. Capitulo 2


Los trazos perpetuos de una Paloma.


Capitulo 2







Salía con un chico realmente extrovertido, me encantaba su seguridad, él en verdad sabía lo que quería en la vida y sabía muy bien como conseguir las  cosas que deseaba. Seductor, mas no manipulador.


Saben que en mi vida personal a veces soy algo introvertida pero con grandes curiosidades así que él me impulsaba a sacudirme el pudor y salir al mundo a realizar actos absurdos.


Un día en el verano pasé el día completo en su departamento, igual que otras tardes lo hice. Vimos películas, algunos episodios de series, comimos...


Me contó que tenía un regalo para mi, era un coqueto conjunto de lencería negro con encajes y listones satinados color tinto, unas medias de red rasgadas y unas largas botas negras. Lógicamente me pidió que lo usará, quería ver como lucía en mi.


Entré a la recámara y me cambié. Al salir salto de emoción, me abrazó y me besó.


Hacíamos el amor mientras tenía puesto el conjunto y me susurraba al oído lo sensual que sería si alguien afuera nos viera, exhibir nuestra libre sexualidad sería una bella fantasía. Esa noche compartí su loca idea.


Fuimos a la puerta y la abrimos, había otra que era cancel. El departamento de enfrente también tenía abierta la suya. Mencioné que era verano para que entendieran porqué los vecinos del edificio tenían la puerta abierta, hacía calor.


Caminé torpemente mientras él me besaba y me sujeté de los barrotes mientras teníamos sexo. Minuto a minuto el sonido de mi voz se volvía más fuerte, no alcanzaba a comprender porqué lo hacía, pero era excitante. Una parte de mi quería que nos escucharan, que me escucharan a mi. Temía que alguien pasará y me viera pero aún con eso lo disfrutaba con intensidad...


Cerca del final, se escuchó a alguien de esa casa caminar con mucha rapidez hacia la puerta para cerrarla, bueno en realidad azotarla. Nunca nos dijeron nada pero sabemos que se dieron cuenta de lo que sucedía. Cada día que regresaba a la casa del chico la señora evitaba el contacto visual jajajajajaja.


Aunque la historia no concluye ahí.
En ese entonces estaba en un taller de pintura el cuál tendría un pequeño concurso de exposición. Casi nadie quería participar así que para mostrar más obras a muchos nos pidieron prestar alguna pintura aunque no podíamos aspirar a los premios de los ganadores.


Yo hice un cuadro de ese día; una mujer exuberante semidesnuda con las medias rotas y el rostro cubierto por el cabello mientras se sujetaba de unos barrotes... Creanlo o no, algunas personas que asistieron y observaron las obras, al ver la mía y dialogar entre ellos, decían que reflejaba la frustración sexual, otros veían la privación de la libertad sexual femenina, también mencionaban que claramente se trataba de una mujer abusada, violada y violentada o esclavizada. Un par afirmaban que se trataba de una prostituta encarcelada.


Como leen y saben, hay miles de formas de ver la vida y todas pueden ser correctas o erradas.




Perspectiva.

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